Con un arbitraje pésimo, el partido terminó con un escándalo

con alguna ausencia y un par de debutantes, Ariel y Martín que siguen engordando la lista de hermanos que jugaron, juegan y jugarán (recordar a los hermanos Fontana, Jardel, Dávila, Amado, Ciurca, Herrero, Navoni). Lo único que desde este humilde lugar espero es que no sean tan malos como el resto.
Bueno, comenzó el encuentro contra Círculo A que en un par de minutos completó sus once jugadores. Por ese entonces el partido era parejo y Los Buitres tocaban bien. Pero con el correr de los minutos empezaron las desatenciones y el riesgo de quedar en desventaja se pronunciaba.
El inconveniente del equipo estaba por el centro de la cancha por donde provenían todas las aproximaciones rivales. Ese fue el lugar preciso donde, promediando el primer tiempo, un volante de Círculo A enganchó una pelota afuera del área que terminó en el fondo del arco de Los Buitres decretando el 0-1.
Para ese entonces el buen manejo de pelota se vio entorpecido por los nervios del equipo tricolor (originariamente verde, negro y blanco, hoy azul) y se crearon más espacios que aprovechaban los rivales. Así llegó el segundo, con un tiro cruzado en la puerta del área mayor que el portero Buitre no pudo desviar (ni ese ni los anteriores ni los que vinieron).
Con un técnico ausente por contratos en otros países de Sudamérica, Los Buitres se transformaban en un cabaret cuando llegó el entretiempo. El equipo armado como se pudo, improvisando posiciones, con jugadores nuevos y sin rumbo definido entró mejor mentalizado para el segundo tiempo. Comenzó unos metros más arriba, dominando la pelota y el terreno con lo cual fue llevando a Círculo A a su propio campo. Obviamente el rival se paró de contraataque. Por fin, después de un corner llegó el descuento en los pies de Matías “sinohagogolesyoquién?” Amado y el partido se ponía otra vez parejo.
Sin embargo, rápidamente comenzó la hecatombe (me parece que no es la primera vez que pasa). Una pelota perdida en el medio campo cuando Los Buitres tomaban posición ofensiva permitió a Círculo A otra vez ampliara el marcador, con una pelota puesta al vació porque los buitres jugaron al offside (el Asistente no levantó ninguna bandera) y el delantero solo tuvo que definir contra el arco (recordemos que solo había un holograma que simulaba ser un arquero).
No lo comenté antes pero el partido estaba bastante caliente por el arbitraje, que no solo perjudicó a Los Buitres sino a su contrincante. Con esto uds. ya se habrán dado cuenta como siguió el partido. Una par de puteadas al lineman, miles al arbitro y nervios entre los jugadores concluyo con tres goles más de Círculo A (perdí la cuenta) y un par de expulsados para Los Buitres.
En definitiva, el papelón no fue la goleada o los expulsados, que ya de por sí no lo deja bien parado al equipo, sino que el el juez del partido (malo, desastroso o no) suspendió el partido faltando 12 minutos porque un jugador tricolor lo amenazó de muerte/resurrección/nuevamente muerte.
No más palabras, un minuto de silencio.
AFJP