Más actitud, punto asegurado
Hacía mucho frío en el campo de juego, se necesitaba calentar los motores antes de que nos madruguen, por eso Los Buitres entraron para diputar al novena fecha, contra Bº Tres Américas, con mucha concentración pensando únicamente en salir de los confines de la tabla de posiciones. La disposición táctica se repetía con respecto al último partido y los nombres también; esto aportaba a la idea que el equipo podría hacer, al menos, un buen partido como el anterior.
La primera mitad se diluyó en intentos por perforar ambas defensas; sus firmezas y algún que otro error no lo permitieron. Sobre el final de ese mismo tiempo, Los Buitres perdieron un poco la pelota y se sintieron perjudicados por algunos fallos del árbitro, presionado por las constantes quejas de los jugadores de Tres Américas. Nada más que destacar, solo 0 a 0 y pensar en desequilibrar en los 40 restantes.
El complemento fue un poco desprolijo en general, con una cancha bastante deteriorada a causa de la acumulación de humedad y el trajinar de varios partidos; no era fácil hacer pie y el físico de los jugadores empezaba a mostrar cansancio. La situación más clara para Los Buitres estuvo en los pies (en este caso, estructura ósea con carne y piel muy parecida a un dodecaedro talle 42) de Diego pero el frío polar, que azotaba en es momento, le entró por el cuello de la gloriosa camiseta buitrense, tomó posesión de su pecho y solo le permitió ceder el esférico de forma muy gentil al portero rival.
Hasta acá, nada más importante para destacar, no vale la pena ahondar más en detalles sobre el segundo tiempo salvo sobre cómo concluyó el partido. En el segundo final, no quedaba más que unos grados de avance en el segundero del árbitro, cuando un centro desde la izquierda de la defensa buitre avanzó sobre el área mayor encontrando a un jugador del Barrio Tres Américas que de forma defectuosa la impulsó el esférico hacia el arco. El portero de los naranjas, muy confiado él, intentó acompañarla hacia el saque de portería pero la pelota tuvo destino de palo izquierdo y por centímetro, centímetro y medio digamos, el hombro del aquero estuvo por cometer el pecado de desequilibrar el marcador. Por suerte solo fue un No Gol, puff!!! Final 0 a 0.
El complemento fue un poco desprolijo en general, con una cancha bastante deteriorada a causa de la acumulación de humedad y el trajinar de varios partidos; no era fácil hacer pie y el físico de los jugadores empezaba a mostrar cansancio. La situación más clara para Los Buitres estuvo en los pies (en este caso, estructura ósea con carne y piel muy parecida a un dodecaedro talle 42) de Diego pero el frío polar, que azotaba en es momento, le entró por el cuello de la gloriosa camiseta buitrense, tomó posesión de su pecho y solo le permitió ceder el esférico de forma muy gentil al portero rival.
Hasta acá, nada más importante para destacar, no vale la pena ahondar más en detalles sobre el segundo tiempo salvo sobre cómo concluyó el partido. En el segundo final, no quedaba más que unos grados de avance en el segundero del árbitro, cuando un centro desde la izquierda de la defensa buitre avanzó sobre el área mayor encontrando a un jugador del Barrio Tres Américas que de forma defectuosa la impulsó el esférico hacia el arco. El portero de los naranjas, muy confiado él, intentó acompañarla hacia el saque de portería pero la pelota tuvo destino de palo izquierdo y por centímetro, centímetro y medio digamos, el hombro del aquero estuvo por cometer el pecado de desequilibrar el marcador. Por suerte solo fue un No Gol, puff!!! Final 0 a 0.
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