0 a 0 resultado conocido
Décima fecha, Karma el rival desconocido de turno, el frío se repite y el equipo casi.
Con algunas bajas pero con un par de resultados que incrementaron la confianza, el último sábado Los Buitres buscaban el primer triunfo dentro de la cancha (recordemos que el escritorio nos permitió sumar 2 puntos en la 7ma. fecha al igual que nos derrotó en la 5ta.) además de seguir mejorando el nivel futbolístico que en muchos momentos fue incalificable.
La verdad es que todo el prólogo fue una introducción positiva para que sigan leyendo entusiasmados lo que sigue, pero acá en seco les bajo las expectativas para que el golpe sea menos duro. El partido fue durísimo, eran todos de quebracho y algarrobo, cuando alguien quería mover la cintura se astillaban; los ojos de los mismos jugadores trataban de cerrarse para no ver ese espectáculo del terror; tantos hogares sin leña en este invierno crudo, y acá estaba desperdiciada en 22 trozos. En fin, duele decirlo pero fue así, muy bajo nivel técnico y a partir del final del primer tiempo, bastante áspero.
En cuanto a lo destacable (casi nada) del cotejo nombraremos la desastrosa actuación del juez principal (él tampoco se salvó) que con la buena predisposición no le alcanzó para tapar tanta incoherencia en sus fallos. Por otro lado están las situaciones de gol, solo producidas por Los Buitres y solo desperdiciadas por ellos mismos.
Javi, en dos ocasiones, tuvo para convertir pero el granizo que le cayó el año pasado sobre su cabeza le dejó secuelas hasta ahora sin remedio. Nando, también tuvo su par de chances que con las excusas de siempre, me pico mal o el arquero siempre se interpone entre la pelota y el gol, etc., dilapidó. Y Leo, en su primera excursión por el área rival en lo que va del siglo XXI, a una mínima distancia del arco desguarnecido, elevó por encima del travesaño el balón tras un centro desde la derecha y a segundos del pitido final del árbitro.
Por tercera vez consecutiva el 0 a 0 se hace presente y si bien nos permite respirar un poco porque estos puntitos sirven, mantener el cero en nuestro arco (más de una vez violado a goles) también suma, se debe mejorar en la definición que es la que nos va a permitir ganar y sumar los puntos para engordar la cuenta y olvidarnos definitivamente de los últimos puestos.
La verdad es que todo el prólogo fue una introducción positiva para que sigan leyendo entusiasmados lo que sigue, pero acá en seco les bajo las expectativas para que el golpe sea menos duro. El partido fue durísimo, eran todos de quebracho y algarrobo, cuando alguien quería mover la cintura se astillaban; los ojos de los mismos jugadores trataban de cerrarse para no ver ese espectáculo del terror; tantos hogares sin leña en este invierno crudo, y acá estaba desperdiciada en 22 trozos. En fin, duele decirlo pero fue así, muy bajo nivel técnico y a partir del final del primer tiempo, bastante áspero.
En cuanto a lo destacable (casi nada) del cotejo nombraremos la desastrosa actuación del juez principal (él tampoco se salvó) que con la buena predisposición no le alcanzó para tapar tanta incoherencia en sus fallos. Por otro lado están las situaciones de gol, solo producidas por Los Buitres y solo desperdiciadas por ellos mismos.
Javi, en dos ocasiones, tuvo para convertir pero el granizo que le cayó el año pasado sobre su cabeza le dejó secuelas hasta ahora sin remedio. Nando, también tuvo su par de chances que con las excusas de siempre, me pico mal o el arquero siempre se interpone entre la pelota y el gol, etc., dilapidó. Y Leo, en su primera excursión por el área rival en lo que va del siglo XXI, a una mínima distancia del arco desguarnecido, elevó por encima del travesaño el balón tras un centro desde la derecha y a segundos del pitido final del árbitro.
Por tercera vez consecutiva el 0 a 0 se hace presente y si bien nos permite respirar un poco porque estos puntitos sirven, mantener el cero en nuestro arco (más de una vez violado a goles) también suma, se debe mejorar en la definición que es la que nos va a permitir ganar y sumar los puntos para engordar la cuenta y olvidarnos definitivamente de los últimos puestos.
